Mark Simonson
Mark Simonson escribió este artículo en diciembre de 2001. En él analiza el buen o mal uso que se hace de la tipografía en el cine y explica que conocer la historia y naturaleza de cada letra resulta fundamental, si no se quiere caer en anacronismos, algunos tan evidentes, como los cometidos en varias de las películas más conocidas.
Chocolat (2000, Miramax) no es una mala película. De hecho consiguió cinco nominaciones para los premios de la academia de cine. Pero si hubiese un Óscar para la mejor Dirección Tipográfica, no estaría entre las nominadas.
La historia de la película transcurre en una pequeña ciudad en la Francia de provincias, a mediados de la década de 1950. Hacia la mitad de la cinta, el alcalde de la ciudad anuncia la prohibición de comer cualquier alimento, excepto pan y té, durante la Cuaresma (lo que, por supuesto, coincide con la apertura de una nueva chocolatería). Yo no pude reprimir una sonrisa al ver el titular de la noticia. La cabecera estaba compuesta en ITC Benguiat, una tipografía lanzada en 1978 y que fue muy popular en los años 80.
Quizás el error sea imperceptible. La ITC Benguiat fue diseñada imitando el estilo Art Noveau, y si el Art Noveau se podía seguir empleando en la Francia provinciana de los años 50, no así la ITC Benguiat que ni siquiera existía.
Cualquiera que tenga un conocimiento específico en alguno de estes ámbitos puede darse cuenta de pequeños deslices como estes en las películas. A un amigo mío del colegio que era aficionado a los teléfonos le gustaba comentar que el tipo de teléfono que salía en una escena al final de American graffiti (1973) no existía en 1962. Para el era tan sorprendente como si de repente apareciese Paul Le Mat conduciendo un Camaro.
Probablemente no sea muy realista esperar un nivel de atención tan alto a los detalles, ya que hay muchas otras cosas importantes de las que preocuparse en las películas. El número de personas que perciben eses anacronismos es muy reducido y además, raramente se quejan.
Hasta aquí, todos de acuerdo.
A continuación, presento una pormenorizada relación de películas que a lo largo de los años han suscitado mi interés, ya sea por el buen o por el mal uso, que hacen de la tipografía de época.
Antes de comenzar, me gustaría puntualizar que las tipografías usadas en los títulos de crédito no se han tenido tan en cuenta, porque están situadas en un plano distinto al del mundo retratado en la película. Por ejemplo, la película Eight men out(1988) utilizó en sus títulos (diseñados por M&Co) la tipografía Módula desarrollada por Emigré en 1978, cuando la acción sucede en 1919. Se puede discutir acerca de cual sería la opción más adecuada, pero se trataría de una cuestión de preferencia personal, no de fidelidad histórica.
El sistema de puntuación va de una a cinco estrellas, en función de lo bien que esté utilizada la tipografía en cada película.
(1982, Universal Pictures). En este caso la película es una parodia del género film noir, por lo que los títulos son parte del mundo que se retrata en la película. Las seleccionadas aquí, Newport (1932) y Brush Script (1942) marcan el período, pero el estilo de los créditos no es el correcto. En los años 40, los títulos de las películas estaban generalmente escritos a mano en cartones mostrados en secuencia.
Aparte de los títulos, existe una cuidadosa atención a los detalles. Contrataron la veterana diseñadora de moda de Hollywood, Edith Head (por la que ganó un Oscar) y crearon escenarios e iluminación para mezclar con el material existente de películas clásicas. La película recibió numerosos elogios por esa atención a los detalles, aunque seguramente nadie mencionó el uso de la Blippo, un tipo pop-art de los años 70 en un panfleto de un crucero.
Los periódicos que se ven en varias escenas también son problemáticos. Se parecen más a publicaciones para niños que periódicos reales.
Por otro lado, el uso de las marcas (especialmente la escrita a mano en el botiquín) está bien realizado. Se trata de una película muy divertida, pero irregular en el uso de la tipografía.
(1988, Lucasfilm, distribuida por la Paramount Pictures). Se trata de un homenaje de Francis Ford Coppola a Preston Tucker, el genio automovilístico de los años 40. Si Tucker continuase al frente, todos los coches tendrían cinturones de seguridad de serie en 1950 y estaríamos conduciendo coches con mejores recursos. En todo caso, es una gran película, realizada con cariño, que hace un gran trabajo de recreación de los años de posguerra.
No hay mucha tipografía, pero la que hay está bien aplicada, incluyendo los títulos, que parecen como si los hubiesen sacados de una verdadera película de los años 40. Hay un montón de buenas marcas (como el letrero gigante de la fábrica TUCKER), aunque hay uno que no está de todo correcto.
La oficina de Tucker en la granja de su familia tiene un letrero escrito en grande, tridimensional… Helvética. No sé cómo pudieron dejar pasar eso.
Aunque la Helvética (1957) forma parte de una larga lista de tipos sin serif que empezaron a salir desde finales del siglo XIX, no era muy común verla en letreros americanos hasta por lo menos los años 60, especialmente de la forma que está usada en la película.
(1991, Paramount Pictures) Kenneth Branagh y Emma Thompson interpretan a una pareja moderna, reencarnación de otra perteneciente a una vida anterior, uno de los cuales fue ejecutado por haber asesinado al otro a finales de los años 40. Los créditos están formados por un montaje de primeros planos de artículos de periódico que cuentan la triste historia de la pareja muerta.
Las noticias están bien hechas, incluso parecen haber sido impresas con letterpress, como la mayoría de los periódicos hasta los años 70. Aunque, naturalmente percibí algunas extravagancias. Primero, mientras que todas las tipografías utilizadas eran compatibles con la época, la tipografía de texto en las noticias era la Caledonia, un tipo para libros bastante inusual para un periódico. Los diarios utilizaban (y aún utilizan) tipos para periódico. El otro error es que aunque algunos de los titulares parecen estar impresos con tipos de madera –una práctica común en los años 40- tienen el kerning muy bien hecho.
Técnicamente era posible realizar el kerning cortando físicamente partes del tipo, pero sería impracticable en un periódico.
(1994, Touchstone Pictures) Adoro esta película, pero no por el uso de la tipografía.
Empieza bien, copiando perfectamente el estilo de letra de una película original de Ed Wood de los años 50 en los créditos de apertura, pero tan pronto aparecen los rótulos y los periódicos, la película empieza a ir cuesta abajo. Los titulares de las primeras planas de los periódicos se muestran en varios miembros de la familia Helvetica junto con otros titulares aparentemente cogidos de periódicos reales (la mayoría Erbar Light, 1934).
Y aún más criticable, algunos de ellos están óptimamente distorsionados –una práctica que no era común hasta la invención de la composición digital de tipos, y que en realidad sería prácticamente imposible en la impresión de los periódicos de los años 50. Otro genial anacronismo es el rótulo del edificio “Screen Classics” compuesto en Chicago, la tipografía original del sistema operativo Macintosh (versión True Type, 1991). Es muy extraño ver la composición grande, aparentemente hecha a mano y en tres dimensiones, montada en la fachada del edificio.
Igual de raro es el mismo logo está pintado a mano en una ventana de una puerta dentro del edificio. Siempre pensé que la Chicago tenía una extraña apariencia Art Deco. Parece que algunas personas creen que es una tipografía Art Deco.
Desde el punto de vista positivo, existen varias pancartas pintadas a mano en algunas escenas que están simplemente correctas.
(1994, Warner Bros.) Soy un gran admirador de las películas de los hermanos Coen y esta es mi favorita. Tipograficamente son una caja de sorpresas. Lo difícil de criticar la tipografía en esta película es que es complicado saber en que década transcurre exactamente. Según la historia, sería a finales de los años 50, pero a veces parece más de los 40 o incluso de los 30. A pesar de todo, la mayoría de las tipografías están, por lo menos técnicamente, fuera de lugar. En la mayoría de las veces escogieron tipos que cumplen pero que no existían hace 50 años. Un buen ejemplo es el logotipo de Hudsucker que se parece a los logos de los años 30 o 40 pero que en realidad está hecho con la Bodega Sans (1991).
También se utiliza bastante en la película la Univers, una tipografía sin serif que –aunque lanzada en 1957- no fue muy utilizada hasta por lo menos a finales de los años 60, especialmente en usos tan callejeros como el cartel de un taller mecánico, por ejemplo.
(1996, 20th Century Fox). Este es una película muy divertida. Aunque solo tenía 8 años en 1964, realmente parece captar el espíritu y la estética de este período.
Presta una gran atención a los detalles tipográficos: etiquetas de los vinilos, manuales de instrucciones, periódicos, incluso envases de medicamentos. Todo está como debería estar.
Alguien hizo bien los deberes (o gastó mucho tiempo en tiendas de coleccionistas). La tienda de electrodomésticos de The Patterson está tan bien reflejada que parece que pertenece al Smithsonian. Solo fui capaz de encontrar un pequeño detalle erróneo: Al principio de la película, una Billboard aparece rápidamente en la pantalla con algunas palabras en Helvetica Bold.
Este es el único detalle algo reprochable.
(1997, Warner Bros.). Una película muy venerada, rigurosamente escrita, con buenas interpretaciones, bellamente rodada, pero bastante mediocre en el uso de la tipografía. La película se sitúa en el principio de los años 50, pero la tipografía no pertenece a esa época. “HUSH-HUSH”, una revista de cotilleos se presenta con una gran cabecera realizada en Helvetica Compressed (1974).
Un periódico con fecha de 1953 tiene los titulares en Helvetica Black (1959) y Univers (1957) – tipos que normalmente no estaban disponibles en Estados Unidos hasta la llegada de los años 60.
Otro periódico tiene la palabra “EXTRA” estampada por todo lo ancho de la parte superior, expandiendo artificialmente la tipografia ITC Kabel Black (1976).
Como punto a favor, existen algunos detalles de buena tipografía en algunas partes, aunque parece que en la creación de detalles puntuales utilizaron la intuición.
(1998, New Line Cinema). Esta es una película que parece estar obsesionada con los detalles, como si esperase ser analizada con un microscopio por un catador de errores como yo.
Se ve perfecta en los detalles propios de la época –no en el sentido de cómo fueron realmente los 50, pero sí en la manera idealizada en que la televisión los retrataba. Existe realmente muy poca tipografía en esta película. Creo que encontré un pequeño error en una escena al comienzo –la Comic Sans (1995) usada en un spot pseudo-promocional de los años 50- hasta que me di cuenta de que se supone que estaba hecha en el presente (seguramente por diseñadores intentando, no con mucho éxito, darle un aire retro).
Si fue intencional, fue un uso muy sutil de la tipografía. Existe un gran número de señales y carteles bien hechos a mano, y de los que no hay queja, por lo menos tipográficamente.
(2000, Dreamworks SKG). Esta es una versión ficticia (y entretenida) de Cameron Crow contando cómo comenzó a escribir para la revista Rolling Stone. Se supone que es 1973, un año que recuerdo muy bien. Tengo que decir que hicieron un gran trabajo de captación de la época aunque esta no fue hace tanto tiempo. Aún así, hay espacio para errores tipográficos en una película sobre un chico que escribe para una revista. Sorprendentemente, no se ve mucha tipografía en pantalla, y lo poco que se muestra es correcto para la época (la pre-versión de ITC de la Kabel Black por ejemplo). Excepto en un pequeño detalle cerca del final. Yo nunca fui un ávido lector de la Rolling Stone en los años 70, debo haberme perdido eso. Hay una escena que incluye un primer plano de un paquete de revistas que acaban de dejar en el kiosco. Aparece la primera gran portada del joven aspirante a periodista William Miller.
El logotipo y la fotografía están bien, pero el titular principal está realizado en ITC Galliard (1978). Además de estar adelantada 5 años, hasta donde yo sé, esta tipografía nunca fue usada en la portada de la Rolling Stone. [El lector Tim Horrigan señala que la Rolling Stone tenía una portada más pequeña antes de 1974, y que el diseño general no es el característico de la revista en este período.]
Los anacronismos tipográficos de las películas no son en realidad uno de los problemas más importantes del mundo. En el peor de los casos, refleja falta de atención por parte de la producción, incluso cuando todo lo demás está bien acabado. Conseguir la letra correcta no es tan difícil, especialmente hoy en día cuando existen tantas tipografías disponibles en formato electrónico. La información histórica sobre tipografía es más fácil de encontrar que nunca.
© Mark Simonson, 2001.
Artículo traducido por Oscar Otero. Versión original (en inglés): Typecasting: The Use (and Misuse) of Period Typography in Movies