Son llamadas tipografías con serif las que llevan remate en los extremos. Tienen su origen en la antigüedad, cuando se tallaban en bloques de piedra. El tallador desarrolló esta técnica para asegurar que los bordes de las letras fueran rectos.
También conocidas como Slab Serif o Mecano, aparecieron en el siglo XIX para uso publicitario. Su principal característica está en los remates, muy gruesos y generalmente cuadrados y en el poco o nulo contraste entre palos.
Se llaman así los alfabetos basados en los tipos clásicos romanos cortados para imprenta que aparecieron en el siglo XV, derivados de las letras manuscritas italianas, y que fueron evolucionando hasta el siglo XX.
Comprende aquellas romanas que tienen tal mezcla de características que no encajan en las Romanas Clásicas. Son robustas y compactas y, por lo general, creadas en el siglo XIX para solucionar problemas de impresión.