Se caracterizan por tener una apariencia irregular y desenfadada. No están diseñadas sobre cuadrículas ni existen rasgos comunes entre distintos caracteres sino que emulan la escritura a mano alzada.
Son aquellas tipografías que emulan las letras dibujadas por niños. Se caracterizan por su apariencia irregular y desproporcionada, e incluso pueden estar descolocadas con respecto a la línea base.
Escritas utilizando brocha, pincel o un instrumento parecido, estas tipografías suelen tener unos bordes irregulares producto del exceso o falta de agua en el pincel o del tipo de superficie en la que se apliquen las letras.
Son aquellas tipografías escritas con pluma o algún utensilio que consiga un efecto similar. Tienen modulación aunque al estar hechas a mano, no poseen unas proporciones constantes ni sus formas son completamente homogéneas.
Tipografías creadas con utensilios de punta redonda como lápiz, bolígrafo o rotulador por lo que no se crea ningún tipo de modulación aunque tampoco significa que posean forzosamente los trazos uniformes.