Diseñada por Alberto Corazón en 2000 para el ayuntamiento de Bilbao, supone un intento de normalización de la llamada “letra vasca”, sintetizando en un solo tipo de letra todas las formas características de este estilo. La intención de este proyecto, impulsado por el ayuntamiento y por BILBAO Ría 2000 era utilizarla en el sistema de señalización urbana de la ciudad, dotándola de un sistema eficaz y claro y, al mismo tiempo, lograr un elemento de identidad urbana. En la búsqueda del origen y esencia de la letra vasca, Alberto Corazón buceó en los archivos, especialmente en el etnográfico de Bayona, con el objetivo de analizar los tipos de letra empleados desde el siglo XII. Se empezó a utilizar en algunas estelas funerarias gravadas en piedra o en la madera, en muebles populares. Al principio fue conocida como “escritura románica” por ser una interpretación un tanto libre que los ebanistas hicieron del tipo de escritura empleado en las iglesias románicas, y fue evolucionando fijándose los trazos más característicos de este estilo. Al tratarse de una escritura utilizada para inscripciones, tan solo posee los caracteres mayúsculos. La letra vasca se empezó a utilizar de forma extensa y generalizada en la rotulación comercial a mediados del siglo XX y por eso la respuesta del ayuntamiento, creando esta tipografía sobria y elegante que asume la larga tradición popular del País Vasco ofreciéndola además de modo gratuito y desinteresado.