Diseñada en 1967 por Adrian Frutiger para la Fundición Bauer, esta tipografía está basada en la Univers, creada por el mismo Frutiger en 1954. Por esta razón la Serifa es una de las tipografías egipcias más legibles al tener trazos humanísticos y una calidad óptica fuera de toda duda que permite incluso usarla en texto de longitud media. Su carácter armonioso y robusto la hace muy apropiada para títulos, subtítulos o logotipos. La tipografía Glypha, diseñada unos años más tarde es una versión condensada de esta.