El origen de la Bookman data de 1858, de un diseño de Alexander C. Phemister para la fundición Miller & Richard en Edimburgo, Escocia, llamado Oldstyle Antique. Fue diseñada para ser una alternativa a la tipografía de texto Caslon, mejorando a esta en algunos aspectos. Tenía unos serifs menos marcados, los ascendentes y descendientes más cortos y mayor tensión vertical. A lo largo de los años, muchas fundiciones de los Estados Unidos hicieron versiones de esta tipografía que se conocieron como Bookman. En 1975, Ed Benguiat hizo una versión algo distinta y más versátil para la International Typeface Corporation basada en la tipografía original, añadiéndole nuevos pesos, ampliando la altura de la “x” y regulando el contraste entre los palos para conseguir una legibilidad óptima. Aunque es una tipografía de texto también funciona muy bien en aplicaciones de exhibición.